De derrotas y resignaciones
Uno se desbajonea pensando en que derrotas son otras, derrotas son las que vivieron los que vivieron los 70s, ponele, pero no deja de doler un poco. Y no se trata de cualquier elección tampoco : elecciones hubo siempre y se perdieron todas. Se trata de la batalla por el sentido comun, que ahora parece perdida incluso en lugares donde uno jamas hubiese sospechado, lugares que hacian de refugio y aliviaban un poco la carga (Vease blogs, redes sociales, y un largo etcetera de renunciamientos a la iconoclastía).
Claro, dentro de tanta amargura existencial el amor sigue siendo el unico bunker inocuo de hedonismo y desde el cual se cargan pilas para combatir-al-conservadurismo :).
Pero mas alla de eso, saliendo de ese microuniverso afectivo... que hacer en estos tiempos ya no de reflujo, si no de pura y simple derrota? Conformarse con cada vez menos? Ceder posiciones para "asegurar la retaguardia" y salvar el trapo aunque sea? Que se hace en momentos de hegemonico individualismo y desencanto?
"Me-voy-a-mi-casa-y-me-guardo-debajo-del-acolchado. Avisenme-cuando-todo-esto-termine"? o "Tenemos-que-ser-absolutamente-modernos-desde-el-amor-y-la-subjetividad-sin-manufactura-espectacular"?.
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